DEL FIN PARA EL QUE EL HOMBRE FUE CREADO
PRIMER MOTIVO
Siendo una creatura racional, todas sus acciones deben dirigirse a un último fin en cuya consecución encuentre toda su dicha y felicidad. Es, por eso, imprescindible, conocer el fin o el propósito para el que hemos sido creados. De la ignorancia de este fin vienen todos los desarreglos y desordenes de los hombres. Las bestias han sido creadas para la tierra, el hombre para el cielo. El cielo es nuestro origen, el cielo es nuestro último fin. Hemos sido creados para Dios, para ser dichosos en la posesión de Dios en el cielo.
SEGUNDO MOTIVO
Después de conocer el fin, hemos de conocer los medios para alcanzar dicho fin. Y el primero medio fue nuestro bautismo que nos ha librado de la perdición universal y eterna, y hemos sido hechos cristianos, hijos de Dios.
ARTICULO 1
Somos cristianos por gracia de Dios. Y hemos recibido a Jesucristo por maestro y regla de la vida. Hemos sido hechos templos del espíritu santo quien mora en nosotros por la gracia. Y hemos sido puestos en el camino seguro de salvación que nos ha de conducir al reino de Inmortal. En la Iglesia somos instruidos en la doctrina de Cristo y alimentados con su Cuerpo y con su Sangre, y con todos los demás auxilios de la gracia.
Dios no estaba obligando a concedernos esta gracia. Dios no ha tenido a bien conceder esta gracia a millones de hombres. ¿Por qué mereciste tu esta gracia? Por la bondad y misericordia de Dios y aquí debe estar nuestra dicha.
ARTICULO 2
Si la gracia de ser cristianos es una gracia grande, grandes también son nuestros deberes.
a) Nos obliga a creer todo lo que Dios nos ha revelado y que la Iglesia nos propone para ser creído.
b) La profesión cristiana nos obliga a renunciar al demonio y a sus obras.
c) Nos obliga a vivir en la virtud y en la inocencia, huyendo del pecados más que la misma muerte.
DIOS PIDE Y SE AGRADECE EL SERVICIO DE LA JUVENTUD
Además de los deberes y obligaciones que acabamos de mencionar hay un deber aún más particular que le debemos a Dios, y es nuestra juventud. Dios no solo nos pide, sino también agradece singularmente el servicio de la juventud porque el tiempo de la Juventud es la primera etapa de la vida en la cual empezamos a tener más uso de razón, madurez y voluntad propia. Dios siempre pide particularmente los principios, y lo primero. Podemos ver como en la Ley antigua se le ofreciesen las primicias de todo lo que naciese: de los frutos.se le ofreciesen los primeros que se cogían; de los animales, que los que primero nacían le fuesen ofrecidos en sacrificio; de los hombres, que los primogénitos le fuesen presentados, para servir en su Templo; por eso a Dios siempre ha hecho estimación especial a las cosas primeras por eso aquellas que con preferencia a las otras le eran debidas.
También el tiempo de la Juventud es el más agradable para Dios porque según el orden de la naturaleza es la parte de la vida más pura, menos corrompida por el pecado, con menos conocimiento del mal y menos poder de ocasiones para ejecutarlo. Menos son las inclinaciones al mal y costumbres corrompidas por el contagio de los malos. Es más reciente la gracia que recibimos en el Bautismo, mas sin embargo toda la malicia que existe en la gran mayoría de los adolecentes hoy en día es porque van en contra de su propia naturaleza, pudiendo ser sencillos de espíritu e inocentes de costumbres, no lo son, y por eso son más culpables por su malicia y su depravación, porque corrompen su naturaleza aprendiendo el mal.
De igual forma la juventud es el tiempo en que más ocasiones tienes para hacerle ver que le amas verdaderamente. Porque es el tiempo de los primeros combates, en que comienzan a ser tentados de renunciar a su amor y a su santo servicio. Eres tentado por tus propias pasiones, que están entonces en su primera frondosidad; tentado por los de tu edad, que muchas veces te solicitan al mal, ya por su ejemplo o ya por sus convencimientos; tentado por el enemigo de tu salvación, que hace todos sus esfuerzos para retirarte del servicio de Dios, y para asegurarse con tiempo de tu persona.
De suerte que es propiamente el tiempo, que puede llamarse tiempo de combate y de prueba, en el cual muestras que amas a Dios con un amor constante y verdadero si resistes animosamente a estos primeros asaltos. De lo contrario, poco harás en ser generoso, en el tiempo de paz; poco en ser valiente, cuando nadie pelea contigo; poco en no hacer el mal, cuando no te hayas tentado; por eso luchar contra el mal, y huir del pecado en el tiempo de la tentación, y en la edad donde se hallan muchos peligros de perderse, es la verdadera prueba de la verdadera virtud, y señal segura que se ama a Dios sobre todas las cosas.
Dios se agrada en asistir particularmente en los auxilios de su gracia en la juventud porque hay más simplicidad ósea menos conocimiento y experiencia, no existe una formación, ni discernimiento pleno a esta edad; la humildad es más natural a esta edad (sino se corrompe) “Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes”; hay más debilidad espiritual y física, la voluntad no es firme, ni el juicio bien formado, por eso Dios nos asiste con su gracia porque somos los más necesitados de ella.
Dios muestra su amor singular mente a la juventud. El mismo se hizo niño, para poder así pasar por su adolescencia y juventud. Además en el Evangelio podemos ver como la gran mayoría de las curaciones que hacia eran a jóvenes como al hijo del funcionario que le dice que se valla a su casa que su hijo sigue vivo; sana al epiléptico que era atormentado por el diablo; también al siervo del centurión que era paralitico y a la hija de la cananea que estaba endemoniada. A los que resucito también eran adolescentes y jóvenes como: Al hijo de Jairo; la hija de la viuda de Naun y a Lázaro. podemos ver también que de los doce apóstoles al que más amo fue a Juan que era el más Joven (17-19 años) , y no hay que olvidar en la forma que muestra su celo con la juventud cuando le dice a sus discípulos:
“quien escandalice a uno de mis pequeñuelos, que cree en mí, más le valiera el que le atasen una piedra de molino en el cuello y que lo arrojasen en el profundo del mar”
Pues la verdad es que aquellos que no se dedican a Dios en su juventud le hacen muy grave injuria o sea ultrajan y ofenden gravemente a Dios, porque no darle a Dios el tiempo de la juventud, empleándolo en servicio suyo, es quitarle un tiempo cierto y seguro que le puedes dar, para reservarle uno incierto, que no sabes si tendrás y que no está en tu poder. Le prometemos a Dios que le serviremos para después que tengamos más edad, pero la realidad es que muchos más mueren antes de los 25 que los que mueren después.
Entonces no solo le reservas a Dios un tiempo incierto, sino que le quitas el mejor tiempo para darle el peor. Es peor porque todas las cosas conspiran para la corrupción del alma y nos hacemos inhábiles al bien y a la virtud, porque gradualmente y con el tiempo agarramos malos hábitos y vicios.
LA BURLA DE DARLE A DIOS LAS SOBRAS.
Dar le a Dios el tiempo después de haber contentado todas las pasiones y malas inclinaciones no es otra cosa que una burla. Porque el tiempo que le reservas no es más que las sobras de lo que se desperdició en el pecado y al servicio del diablo. Por eso dice Nuestro Señor:
“maldito sea aquel, que teniendo cosa buena de que echar mano, escoge lo peor, para hacer ofrenda al Señor”
El amor ofendido, se muda en indignación, y la bondad menospreciada y maltratada se vuelve despiadado furor.
Dios castigo a dos hijos de Judas, (hijo de Jacob), A Her, Dios le hizo morir por ser malvado delante de el y a Onan lo hirió de muerte por un pecado deshonesto.
A los hijos del sacerdote Heli, llamados Ophni y Phinees, Dios le dice atreves de un profeta que corrigiera a sus hijos porque le ofendían grandemente con su irreverencia y porque ya habían perdido el temor a Dios. Les dice que los dos morirán y servirán de ejemplo a toda la generación.
A los hijos del Rey David; Ammon (hijo primogénito), no supo controlar sus pasiones y lo llevaron a enamorarse de su propia hermana a cometer violencia e incesto, después Su propio hermano Absalon le da muerte.
Absalon, que no fue nada mejor que su hermano, no controlar tampoco sus pasiones y vicios y se vuelve soberbio de espíritu, cauteloso, vengativo, ambicioso y se enamora de si mismo. Después forma una rebelión contra su propio padre para destronarlo y resulto que en medio de la batalla, en una persecución con uno de los soldados del Rey David, se enreda su cabellera en unas ramas de un árbol donde queda colgado y el soldado le da muerte a pesar que el Rey David le había pedido que lo tratara con bondad y que no le hicieran daño.
SALVACION EN EL TIEMPO DE LA JUVENTUD.
Tu salvación depende grandemente de tu juventud, ya que la vida que tengas en tu juventud perdurara el resto de tu vida. Es una dicha para algunos y desdicha para otros. Dice el libro del Eclesiástico que
“el joven continuara el camino que una vez entro”
“hijo recibe la instrucción desde tu juventud y hallaras la sabiduría hasta el fin de tu vida”
“no es posible hablar en la vejez lo que no se ha recibido en la juventud”
De ahí viene la frase de: “Perro viejo no aprende nuevos trucos”
También en el libro de Jeremías dice, “ le es útil al hombre llevar su yugo desde su juventud”
En resumen los que aprovechan su juventud para vivir en las virtudes permanecen fácilmente en ella. Aquellos que no, siempre tienen grandes dificultades y sus malos hábitos les impiden hacer cualquier bien por más sencillo que sea.
LOS QUE VIVEN EN LA VIRTUD
Aquellos que han seguido la virtud en sus primeros años la conservan ordinariamente y con facilidad el resto de su vida.
Dice St. Gerónimo:
“la lana que una vez tomo el tinte , no se pierde fácilmente, para poder restituirla a su primera blancura”
“La vasija de barro, recién hecha conserva por mucho tiempo el olor de su primer licor”
Las tentaciones disminuyen a medida de la resistencia, mientras que la gracia de Dios se aumenta a proporción del buen uso que de ella hacemos.
Sansón en su juventud por la gracia de Dios venció a un león y después venció a todos los filisteos y destruyo el templo de los filisteos con sus propias manos.
David, en su juventud por la gracia de Dios venció un oso, después un león y después al gigante Goliat, que era el terror del pueblo de Israel.
Daniel el Profeta junto con otros 3 jóvenes, cuando fueron llamados al servicio del Rey Nabucodonosor, en donde le daban todo tipo de placeres y manjares, ellos se dedicaron a el sacrificio, y a la instrucción, y a los tres años, por la gracia de Dios, eran 10 veces más inteligentes que todos los sabios del palacio de Nabucodonosor.
Las conclusión es simple, vivir en la vida cristiana y en las virtudes desde joven te beneficia de mucho más de lo que te imaginas, no solo cumples con tus obligaciones sino que también recibes todas las gracias y bendiciones que Dios tiene guardadas para ti las cuales te ayudaran para el resto de tu vida y la salvación de tu alma.
Padre Alonso Saenz
Julio G. Melendez-Morales
Sacado del libro: Instrucción De La Juventud En La Piedad
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