Monday, August 8, 2011

A.M.D.G. 3ra CHARLA DE DISCERNIMIENTO




MEDIOS NECESARIOS PARA ADQUIRIR LA VIRTUD

 LA SANTA COMUNION
Tanto fue el deseo de nuestro Salvador que tuvo de nuestra santificación y salvación, que no se contentó con haber instituido el sacramento de la Penitencia, en el que dejó a sus apóstoles su propio poder para el perdón de nuestros pecados; sino que por un exceso incomprensible de su amor, nos dejó el Santísimo sacramento de la Eucaristía, en el que se nos dá a sí mismo realmente, para servir de alimento a nuestras almas, para conservarlas en la vida de la gracia, para sanarlas de sus enfermedades, para fortalecerlas en sus flaquezas, y para conducirlas felizmente a la vida eterna.
De aquí se sigue que la Santa Comunión es un medio necesario para aquellos que aspiran a la virtud; y aquellos que tienen verdadero deseo de su salvación deben hacerse dignos de recibir a menudo este sacramento. "Si no comen la carne del hijo del hombre y no beben su sangre, no tendrán vida en ustedes"
Por lo tanto, de este sacramento de la Eucaristía es de dónde has de sacar toda la gracia y todas las virtudes que te son necesarias. Buscas la sabiduría, y en ella recibes la sabiduría eterna en su propia persona. Pides la pureza, y recibes la pureza misma. Tienes necesidad de fuerzas para conservar la virtud en medio de los peligros y de los obstáculos de la vida, y recibes al Autor de la gracia, que puede defenderte contra todo lo que se oponga a tu salvación.
Siendo esto así, se sigue que es necesario acudir frecuentemente a este soberano remedio. Sin embargo, todo el fruto de la Sagrada comunión depende de comulgar con la disposición que requiere este sacramento. Es necesario:
Prepararse lo mejor posible:

1-Humillate delante de nuestro Señor Jesucristo, reconociéndote indigno de recibirle. Indigno a causa de su misma grandeza y santidad, e indigno a causa de tus pecados.

2-Pídele perdón por tus pecados, que te hacen indigno de recibirlo.

3-Pídele gracia para recibirlo dignamente: con conciencia pura, con fe viva, con humildad profunda, con un grande amor de su bondad, y una seria resolución de servirle fielmente toda tu vida.

Llegada la hora de la comunión, acércate al altar con modestia, la vista baja, sin mirar a ningún lado, sin prisa. En estado arrodillado, adora a nuestro Señor en lo íntimo de tu corazón, luego recíbelo en la Sagrada Comunión, con fe viva y una profunda humildad.
Después vete a tu lugar, te arrodillas y le adoras de nuevo, admira su bondad de venir a visitarte El mismo, duélete de haberle ofendido, prométele que le quieres amar para siempre y que no te separarás de El jamás. Preséntale las necesidades de tu alma, pídeles las gracias que necesitas para resistir a las tentaciones, para evitar las malas compañías y las ocasiones de ofenderle. Dale gracias del favor que te ha hecho y ofrécele tu alma, tu vida, tus facultades, todo cuanto tienes y cuanto vales, para amarle, para servirle para siempre.


LA ORACION DE LA MAÑANA

La confesión y la comunión son medios eficaces para adquirir la virtud; pero vendrían a ser inútiles y de poco efecto si no fueran acompañadas de las oraciones de la mañana y de la noche, de la asistencia a la Misa, del buen empleo del tiempo, del conocimiento de ti mismo, de la lectura de buenos libros, de la buenas conversaciones, pues todos son medio necesarios para la virtud así como la respiración y el alimento son necesarios para la vida del cuerpo, que aquellos lo son para conservar la piedad, que es la vida del alma.

Debemos a Dios todas nuestras acciones; especialmente la primera acción del día: la oración de la mañana. Con ella atraemos la bendición de Dios sobre nuestras obras y recogemos la gracia de
Dios para todo el día.
Entonces, todos los días en la mañana, hay que ponerse de rodillas, y ahí adorar a Dios con todo tu corazón, reconociéndole como tú soberano Señor y Creador, por quien tienes todo lo que eres y lo que posees.

Dale gracias por todos los beneficios que dé El has recibido: de la gracia de haberte creado, redimido, hecho cristiano, hijo de la Iglesia Católica y todos los otros beneficios que te ha dado.
Pídele perdón de todos tus pecados

Pídele gracia para emplear el día en su servicio sin ofenderle. Has una resolución de primero morir que ofenderle con un pecado mortal. Proponte evitar las ocasiones de pecado.
Ofrécele todas tus acciones del día; ruégale que las inspire, que las bendiga, que las conduzca, a fin de que no hagas cosa alguna que no sea con EL y para El

Encomiéndate a la Santísima virgen, a tu ángel de la Guarda y al Santo de tu nombre.
Has todo esto en poco tiempo, pero con mucho fervor.


LA ORACION DE LA NOCHE

Si es importante comenzar bien el día, no lo es menos el acabarlo bien. Por eso es importante la oración de la noche. Y la parte principal de esta oración es el examen de conciencia. Este es el mejor remedio para curar los malos hábitos, para evitar las recaídas en el pecado o para salir prontamente de él. Sirve para reconocer las faltas que se han cometido, para corregirlas y para guardarse de ellas; para conservar el aborrecimiento del pecado y la voluntad de no cometerlo jamás. Sin este ejercicio se cae en muchos pecados, las confesiones ordinarias se hacen más fáciles y más frecuentes; se prepara uno mejor para la muerte, el juicio final y la eternidad.

1-Puesto de rodillas, adora a Dios, dale gracias por sus beneficios, especialmente por haberte conservado vivo durante el día y por haberte librado de muchas desgracias.

2-Pídele gracia para conocer tus pecados que hayas cometido durante ese día, para pedirle perdón y para enmendarte.

3-Examina tu conciencia sobre los pecados más comunes. Repasa los lugares donde estuviste, las acciones que realizaste y las faltas que cometiste. Acuérdate de las tentaciones que hubo y si consentiste en alguna de ellas. Acuérdate de las malas palabras, de los males ejemplos o de las malas obras; del uso del tiempo.

4-Ten dolor de haber ofendido a Dios con esos pecados y pídele humildemente perdón por ellos; has resolución de enmendarte el día siguiente y retenlos en la memoria para confesarlos cuando te toque ir a confesarte.

5-Encomienda a Dios tu alma y tu cuerpo. Ruégale te preserve de todos los males de la noche y principalmente del pecado. Ruega a la Santísima Virgen, a tu ángel de la guardia, al Santo de tu Nombre y a todos los santos que te acompañen.


LA ASISTENCIA A LA SANTA MISA

El santo Sacrificio de la Misa es la más grande acción de nuestra religión. Es un sacrificio que Nuestro Señor Jesucristo instituyó, en el cual, con la oblación verdadera de su cuerpo y de su sangre:
1-Honramos a Dios con el mayor honor que puede recibir.
2-le damos dignas gracias por todos sus beneficios.
3-nos le hacemos propicios para perdonar nuestros pecados.
4-y obtenemos su gracia y sus favores.
Y para asistir como se debe al sacrificio de la Misa son necesarias tres cosas: Atención, respeto y devoción. (Hablar de las partes de la misa)


EL TRABAJO Y EL EMPLEO DEL TIEMPO

No basta comenzar bien el día y terminarlo bien; es necesario emplear bien el día en un buen trabajo, pues no hay cosa más contraria a la virtud, ni más amiga del vicio, que la ociosidad, y principalmente en los jóvenes.

Y si la ociosidad es capaz de causarle enfermedades al cuerpo, ya podemos imaginarnos lo que puede causar en el alma, pues le hace que se impresiones de toda suerte de vicios. Y como el ejercicio es necesario para la salud corporal, así, la ocupación y el trabajo son necesarios para la salud del alma, que es imposible conservar sin este medio.

Por lo tanto, para evitar a toda costa la ociosidad, hay que tener en cuenta nuestros deberes diarios, los favores que podemos hacerles a los demás, o cosas que podemos hacer en la casa.


EL CONOCIMIENTO DE SI MISMO

Entre todos los medios que conducen a la virtud, el conocimiento de sí mismo es el de los más importantes, tanto que sin él, es imposible conseguirla. Esto significa que hay que hacer constantemente una profunda reflexión de ti mismo, para notar las inclinaciones de tu alma, las pasiones que la dominan, los vicios que en ella nacen o que van creciendo a fin de corregirlos con los remedios convenientes al paso que se van descubriendo.

Y esto es importante porque las pasiones se corrigen más fácilmente cuando comienzan a nacer. En segundo lugar porque nunca tienta tanto el diablo más fuerte a los hombres que cuando van creciendo en su alma las pasiones. Por eso el libro del Eclesiástico dice "Hijo, durante tu vida, prueba tu alma; y si la hallas inclinada al mal, no le des toda libertad". Y más tarde dice: "Porque un alma, inclinada al mal, perderá al que la posee".

De suerte que, según la Sagrada Escritura, es necesario conocer en la juventud las inclinaciones de tu alma, a fin de reprimirlas, cuando sean malas. Esta es la ciencia de las ciencias; porque, ¿de qué sirve conocerlo todo si uno no se conoce a sí mismo?


LA LECTURA ESPIRITUAL

Nadie llega a ser sabio, sino por el estudio de las ciencias; y no se puede ser virtuoso, sino por el estudio de la virtud. Por eso el leer buenos libros es esencial.

Pero no hay que leer por mera curiosidad, sino por deseo de aprender a vivir bien. Y por otro lado, hay que pedir consejo al confesor para ver cuales libros serian mejores. Hay que evitar a toda costa leer cosas que te alejen de la virtud. Los malos libros son lo que más ha corrompido a las almas.


LAS BUENAS CONVERSACIONES

Otro medio importante para adquirir la virtud es el conversar con personas virtuosas. Porque no hay cosa que tenga tanto poder sobre el espíritu del hombre, como el ejemplo, sea para el bien o sea para el mal. EL hombre es naturalmente inclinado a la imitación y a hacer lo que ve hacer a los otros. Y si el ejemplo puede mucho sobre el espíritu del hombre, es principalmente en la conversación, en donde tiene mucha más fuerza. Y si tiene mucho poder sobre los hombres, mucho mayor lo tiene sobre los jóvenes; como se ve por la experiencia de cada uno de ustedes.

Por tanto, uno de los más importantes avisos que a aquellos que aspiran a la virtud, puede dárseles, y particularmente a los jóvenes, es el de la buena conversación. Aquí es donde el espíritu se forma poco a poco en la virtud. Porque el ejemplo de los otros hace impresiones secretas y fuertes en el alma sin que uno se dé cuenta. Toma insensiblemente su parecer, sus opiniones, sus intereses, y uno termina hablando y haciendo como ellos. "El que conversa con sabios, será sabio", dice la sagrada Escritura. Y en esto cada uno ha de saber lo que debe hacer. Cuantos de nosotros no sabemos ni siquiera elegir amigos. Y ahí es donde ha comenzado todo el problema... por eso no se tiene virtud.


LA DEVOCION A LA SANTISIMA VIRGEN

Uno de los últimos medios y de los más poderosos que podemos recomendarles, para hacerles vivir y crecer en la virtud es la devoción a la Santísima Virgen María.

Ella es de quien podemos conseguir toda la ayuda que nos sea necesaria. Es la mejor intercesora ante de Dios de cualquier cosa que necesitemos. San Bernardo dice que jamás persona invocó esta Madre de misericordia en sus necesidades, que no haya sentido los efectos de su asistencia.

Y si es tanta la bondad y misericordia de esta Gran Señora para con los hombres en general, es particularmente misericordiosa para con los jóvenes, cuya flaqueza debe ser más grande y las necesidades más urgentes, especialmente para la conservación de la pureza y la castidad.

Hay que ser, pues, devotos de la santísima Virgen. Y para esto, hay que:

1-tener grandísimo horror de desagradarle con algún pecado mortal y de afligir su maternal corazón.

2-amar e imitar sus virtudes, y principalmente su humildad y su castidad.

3-recurrir a ella en las necesidades tocantes a tu salvación. Y para esto es necesario rezar el santo rosario todos los días

4-Invocarla en las tentaciones y en los peligros en que te hallares de ofender a Dios.


LA DEVOCION AL SANTO ANGEL DE LA GUARDA Y AL SANTO DE TU NOMBRE

Tanto es lo que Dios nos ama, que a cada uno de nosotros ha querido darnos un ángel para que nos cuide y proteja. Por eso hemos de honrar y amar, con particular amor y honra, a aquel ángel que Dios te ha dado. Siempre lo tienes a tu lado, para conducirte, para guiarte. Él te inspira los buenos pensamientos, te asiste en las cosas importantes, te fortalece contra las tentaciones, te desvía de muchos fatales accidentes que te sucederían ya sea en el cuerpo o en el alma.

1-ten, pues, gran respeto a tu ángel; y cuando te veas tentado de alguna mala acción, acuérdate de su presencia, y ten vergüenza de hacer, delante de él, aquello que no harías delante de un hombre de bien.

2-ámalo singularmente; encomiéndate a él todos los días; pídele que vele en tu conducta y que te guarde de los males de esta vida; sobre todo del pecado.
3-acuérdate de acudir a él en todas tus necesidades, especialmente cuando vas a hacer algo importante y cuando te veas asaltado por alguna tentación.

Después del ángel de tu guarda, honra también particularmente al Santo de tu nombre. Nos ponen en el bautismo nombres de santos, a fin de que sean nuestros protectores y nuestros intercesores ante Dios; y para que por sus ruegos y por el ejemplo de sus virtudes, podamos dignamente cumplir con las obligaciones de la vida cristiana, de la cual hacemos profesión en el bautismo.

Encomiéndate a él todos los días y acuérdate de imitar sus virtudes, para así tener asegurada su protección.



LOS OBTACULOS QUE DESVÍAN A LOS JÓVENES DEL CAMINO DE LA VIRTUD.


1er OBSTACULO: LA IGNORANCIA (o la falta de instrucción)

La ignorancia es el primer y más común origen de la depravación en la juventud.
-la ignorancia es el desconocimiento del bien, no para confundirse con la inocencia (desconocimiento del mal o la maldad).


2do OBSTACULO: LOS PADRES

1. CON EL MAL EJEMPLO:
Cuando los padres con sus mismas acciones les dan mal ejemplo a los hijos; en amar la vanidad, a ser ambiciosos, vengativos y el mal ejemplo con las malas palabras o en el mal vestir. También cuando con ellos usan demasiada blandura; dándole mucha libertad y no corrigiéndolos cuando hacen mal; padres con temor de corregir a sus hijos y por no causarles molestia prefieren dejarlos que vivan de acuerdo a sus inclinaciones y sus pasiones.

2. CON SU MALA ENSEÑANZA:
Cuando son negligentes en instruirlos en el conocimiento de la virtud y de su salvación, o cuando los padres le dan instrucciones contrarias a la piedad; y los educan mejor en la vanidad y en las cosas temporales, que educarlos en el temor de Dios y en la virtud.


3er OBSTACULO: LA REBELDÍA DE LOS JÓVENES

La rebeldía es una de las peores cualidades que un joven podría tener;
Pues es la raíz de todos los impedimentos y el más grande estorbo de la salvación, ya que el joven rebelde se hace engreído, orgulloso, presumido y necio; desprecia el ser enseñado, el ser aconsejado o corregido; se encierra en su mundo y no acepta la ayuda de nadie; se aferra en hacer las cosas a su manera y se aparta de la realidad.

MIENTRAS QUE EL JOVEN DÓCIL Y HUMILDE: Ama el ser instruido en la virtud; se alegra de aprender el bien; acepta la ayuda, la corrección y los consejos de los demás; se hace sabio, prudente y realista.


4to OBSTACULO: LA INCONSTANCIA (INESTABILIDAD Y EL VAIVÉN)

La Inconstancia es uno de los obstáculos naturales que experimentan los jóvenes, ya que todavía no tienen una firmeza en su observancia; y por eso es más fácil despistarse con cualquier cosa o cualquier movimiento; teniendo un espíritu ligero que se muda a cualquier encuentro y se va a donde sople el viento o donde vaya la bola. Esto se puede ver con claridad, especialmente en los adolescentes, con la facilidad que se le hace cambiar de modas, de amistades, de gestos y hasta las maneras de expresarse. Por eso es importante corregir prontamente esta inclinación, ya que limita el crecimiento en la virtud, porque “la semilla no puede echar raíces en la arena movediza”.

Igualmente es importante tener presente nuestro único fin en todo momento y no dejar que una inclinación tan natural como esta nos haga perder la orientación de nuestra misión.
También un guía espiritual nos puede servir de mucho para mantenernos enfocados en el camino de la instrucción y el crecimiento en la virtud. Igualmente con la oración diaria, pidiéndole a Dios que nos de la gracia de permanecer siempre en la virtud y así, “ser como el sol, que jamás pierde su luz, y no como la luna, que siempre se muda y nunca está en el mismo estado”


5to OBSTACULO: LA VERGÜENZA DE HACER EL BIEN.

El diablo no tiene mejor manera de mantener al joven alejado de la virtud, que a través de la vergüenza de hacer el bien. Es la forma más eficaz que utiliza satanás, para pervertir la mentalidad de los jóvenes y confundirlos con la verdadera naturaleza de la vergüenza, la cual se creó única y exclusivamente para abstenerse del pecado. Entonces, de lo único que en realidad nos tendría que dar vergüenza es del pecado.
¿De qué te avergüenzas? ¿De la virtud y del servicio de Dios?
¿Delante de quien te avergüenzas? ¿Delante de los malos, cuyo juicio está completamente pervertido?
Acordémonos de esta terrible amenaza que nos hizo nuestro Señor a todos aquellos que se avergüenzan de su servicio;
“El que se avergüence de mi palabra yo me avergonzare de el en el día del juicio”.


6to OBSTACULO: LAS MALA COMPAÑÍAS

Las malas compañías son el lazo donde el diablo espera ordinariamente a la juventud, a los que no se han perdido por la falta de instrucción, por el mal ejemplo de los padres o por la vergüenza de hacer el bien. El diablo utiliza a los que ya son malos, como medios de transmisión, y a través de sus malas conversaciones y de su mal ejemplo, es como él logra trastornar el estado de una buena conciencia y la convierte en una perversa. Entonces, los que ya son malos, no solo ya perdieron su alma, sino que también se hacen instrumento de la malicia del diablo; y de eso modo es como contribuyen a la perdición de otros individuos que se dejan pervertir y pasan de ser víctimas del diablo, a ser los autores de su depravación.

DOS COSAS DAÑOSAS EN LA COMPAÑÍA DE LOS MALOS:

A. La palabra:
Las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres, y al mismo tiempo contribuyen a la pérdida del temor de Dios.

B. El ejemplo:
Las amistad que se hace con los malos, trae complacencia (satisfacción); y la complacencia trae admiración y con eso después a la imitación.

CUATRO SUERTES DE LAS MALAS COMPAÑÍAS, QUE SE HAN DE EVITAR

1. Evitar la compañía de cualquier persona que abiertamente hace profesión de del vicio como los son los impíos, los depravados, los deshonestos, cualquier persona que se alegre de sus malas obras; personas que se complazca de sus pecados, que se burle de la virtud, que procuren distraerte, pervertirte y atraerte a que los imites.

2. Huir generalmente de aquellos que solicitan el pecado o que mantienen conversaciones contrarias a la virtud.

3. Mantener distancia de la compañía de las personas que son disimulados en el pecado; de aquellos que no te solicitan abiertamente al pecado, pero que, te desvían de los ejercicios de la piedad y de la vida cristiana. ósea, cualquier persona que te desvíe de la oración, de frecuentar los sacramentos, de asistir a misa, de leer buenos libros; personas que te dicen que esas cosas no son necesarias, ni convenientes.

4. Evitar la compañía de personas ociosas y holgazanes; personas perezosas que no tienen oficio alguno, y si lo tienen lo hacen mal; personas que no cumplen con sus deberes y de lo único que se preocupan es de divertirse en el juego y las apuestas o en frecuentar los bailes y las fiestas.


7mo OBSTACULO: LA OCIOSIDAD

También se conoce como, pereza, flojera, desidia o vagancia. De la ociosidad viene la ignorancia y la falta de instrucción, la cual no se puede adquirir sin el trabajo. También es la causante de la inconsistencia; porque el perezoso quiere y no quiere; hoy quiere algo pero si le cuesta trabajo o se le dificulta, pues ya no lo quiere; entonces, eso lo empuja a cambiar de parecer continuamente, siempre buscando lo fácil y lo divertido.

También infunde la vergüenza de obrar bien y les quita el ánimo a las personas de proseguir en la virtud; los hace huir del trabajo, como si fuera la muerte. Por eso es que de la ociosidad provienen todos los desórdenes y vicios; porque no existe pecado, ni desorden, ni ocasión de perderse que no sea causado por la ociosidad, ya que la persona ociosa no le gusta aplicarse a ningún ejercicio que le sea señalado; y si hace alguno, lo abandona al instante o lo ejecuta muy mal.

La persona ociosa solo le tiene afecto a los placeres y a la diversión; busca siempre la distracción, los paseos y lo emotivo. De ahí proviene también el hastió por la virtud, la ignorancia de las cosas más necesarias y el olvido de Dios.

POR ESO SUMAMENTE IMPÓRTATE TENER EN CUENTA Y CONSIDERAR QUE:

1. Fuimos creados para el trabajo, no hacerlo es ir en contra de nuestra naturaleza.
Ej. Si las abejas que fueron creadas para ir y agarrar el polen y fertilizar las plantas y árboles, ¿qué pasaría si dejaran de hacer para lo que fueron creadas?, ¿o las gallinas, que dejaran de poner huevos?, ¿o el sol que dejara de alumbrar? ¿Qué pasaría?

2. Entonces si nosotros estamos sujetos y obligados al trabajo, para el resto de nuestra vida, es de suma importancia empeñarlo bien desde la juventud; y así estar ocupados en algo útil, que nos beneficie para nuestra salvación, ya que la juventud es el tiempo propio para cultivar el espíritu y para formarlo en el bien.

3. También hay que tener en cuenta el doloroso sentimiento que tendremos por haber perdido el tiempo en nuestra juventud; porque cuando ya estemos inhábiles e incapaces de trabajar en el bien, como muchos que podemos ver hoy en día, para entonces ya va a ser demasiado tarde, esto quizás no lo entendamos ahora, pero después si lo vamos a entender, lo único, que para entonces ya no va a haber nada que se pueda hacer.

4. Además hay que tener en cuenta que, en el día de nuestro juicio final, el primer artículo de la cuenta que se pedirá, va a ser del trabajo y el servicio en nuestra juventud.

5. Otra cosa que habría que tomar en cuenta es; la cantidad de almas que se encuentran en el infierno que reconocen que el origen de su condenación proviene de haber empleado mal su tiempo en su juventud.

PARA EVITAR CAER EN ESTE VICIO ES NECESARIO

1. Que empleemos algún ejercicio honesto, que nos mantenga ocupado todo el tiempo de la juventud.

2. Hay que tener cuidado de no estar nunca sin hacer algo provechoso para nuestra alma y nuestro cuerpo, ya sea del trabajo de nuestro empleo, leyendo un libro, haciendo obras de caridad, estando en la oración, etc…
Porque el diablo no busca más que la ocasión de hallarnos ociosos, para tentarnos y sorprendernos.

3. Por tanto sería bueno que practiquemos diligentemente este gran precepto de San Gerónimo:
“haz siempre alguna cosa, a fin de que el diablo te encuentre siempre ocupado”

8vo OBSTACULO: LA DESHONESTIDAD (Impureza, Obscenidad, Impudicia)

EL PECADO DESHONESTO ES EL MAYOR ENEMIGO SE LA JUVENTUD; Y QUE CONDENA MÁS LAS ALMAS EL SOLO, QUE TODOS LOS VICIOS JUNTOS.

La Virgen de Fátima nos advirtio;
“Más almas se van al infierno por pecados de la carne (es decir, pecados en contra del 6o y 9o mandamientos) que por cualquier otra razón”

Cuando el pecado deshonesto asalta y se apodera de las personas, primero se introduce en su espíritu, después gana sus deseos, luego ocupa sus pensamientos, del cual se sirve para excitar en sus corazones un fuego de amor impúdico, encendiendo en ellos una hornaza tan ardiente que quema el alma y la prepara con un fuego deshonesto, para otro fuego que no se consumirá jamás.

EFECTOS QUE PRODUCE EN EL ALMA LA IMPUDICIA, DESHONESTIDAD.

1. La destrucción del temor de Dios; después que el pecado deshonesto entra en el alma y destruye los buenos pensamientos y establece los malos, del deleite de los malos pensamientos, provienen los deseo sucios y los deseos inducen a las acciones impúdicas. Todos estos pecados se amontonan y destruyen las buenas inclinaciones del alma, se desorienta la mente y se trastorna la conciencia; y lo que antes era un gran pecado, después se les hace más familiar; lo cual les hace perder la vergüenza al pecado y el temor de Dios.

2. El fastidio por las cosas santas y saludables para el alma; quien adolece en fiebre los encuentra gusto en los mejores manjares, al contrario, los encuentra desabridos y amargos. De la misma forma las personas que viven en pecado deshonesto, encuentran a los sacramentos o las cosas santas y sagradas sin sabor o amargas.

3. Ceguedad de espíritu; el Alma entra en un nivel de auto ceguera; y el discernimiento le molesta; por eso procura de sí mismo quitar cualquier memoria o imagen del juicio de Dios, para así pecar más libremente y con menos remordimiento de conciencia.

4. La soberbia; el Alma anda tan fundida en el pecado que menosprecia todos tipo de avisos y se resistirse de todos los consejos; y llega hasta el punto de creer que todos le tienen envidia.

5. Endurecimiento del alma; el alma se acostumbra y se endurece; se hace insensible a los buenos movimientos, sordo a las inspiraciones de la gracia; las amenazas del juicio de Dios y de sus castigos, les parece cosa de sueño.

6. La muerte en pecado mortal; la muerte les sorprende en estado de pecado mortal, sin que les dé tiempo de hacer penitencia, arrepentirse y hacer una buena contrición de sus pecados.

Apóstol San Pedro:
“Dios sabe muy bien librar los buenos de la tentación, y sabe también muy bien reservar los malos para los tormentos del fuego, que su justicia les ha preparado; y entre los malos, reserva su castigo principalmente y sobre todos los otros, aquellos, que siguen la carne en la concupiscencia de los placeres deshonestos”



Preparado por:
Padre Alonso Saenz
Julio G. Melendez-Morales
Sacado del libro: Instrucción De La Juventud En La Piedad

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